Estoy entre carpetas amarillas, tapada por el trabajo
y siento el golpeteo producido por el viento en la ventana,
y la lluvia que cae incesantemente
haciendo, al llegar al suelo,
esos globitos que presagian más y más agua.
Me encanta la lluvia pero acompañada de este ventarrón, no.
Los paraguas ofrecen una danza a mis ojos graciosa, de todos colores,
escapando en algunos casos de las manos de sus dueños.
Acá llega mi compañera con un batido en su cabeza
y su paraguas un tanto torcido
que queda secándose en una oficina vecina.
Bueno, allá voy, a sumergirme con frío en el exterior
y las carpetas amarillas quedarán quietitas
esperándome en el mismo lugar..y si pensaran dirían ,y,
acá seguiremos eternamente porque esta mujer se va por las ramas.
Y un poco de razón tienen..sino es el viento,
es el Papa que dice que hay que abstenerse de hacer el amor
para asegurarse de no contraer el virus del sida.
Siempre tan lógicos y cercanos a la gente...
Claro, eso además de distraerme en mis tareas habituales
me parece tan aberrante que encima me enfurece y despotrico contra él,
cosa que no hace muy feliz a algunas personas,
y es que yo no soy de pelear pero el tipo nos provoca che,
le pondría un gran forro en la cabeza para que no se lo escuche más
cuando diga esas cosas o estoy muy equivocada bloggi?
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